Por fin tengo apartamento para todo el año

Si me hubieran dicho hace unos meses que encontrar un apartamento en Benicasim para todo el año sería una misión digna de una película de acción, me habría reído. "¿Qué tan difícil puede ser?", pensaba yo, con la ingenuidad de alguien que no había pisado el campo de batalla inmobiliario en plena temporada veraniega. Pues bien, ahora lo sé: es casi imposible.

Después de haber probado con todas las inmobiliarias habidas y por haber, recorrer cada calle del pueblo buscando carteles, llamar a decenas de números y verme envuelto en más trampas de las que se podrían escribir en un guion de comedia negra, me encontraba al borde de la desesperación. Los alquileres para el verano eran la norma, la regla inquebrantable, y a mí me iba muy mal eso de quedarme sin techo cada vez que llegaba junio.

Todo lo que me ofrecían era siempre lo mismo: "Sí, está disponible, pero sólo hasta finales de mayo". Y yo me preguntaba si en serio nadie necesitaba un lugar donde vivir todo el año. ¿De verdad todos se evaporaban cuando terminaba el verano? Me veía otra vez dando vueltas, buscando un lugar donde quedarme mientras el pueblo se llenaba de turistas. Hasta que finalmente, y después de meses de insistencia, apareció el rayo de esperanza. Y ese rayo llevaba por nombre Asmcasas.

De todas las inmobiliarias con las que había tratado, Asmcasas fue la única que, de verdad, me ofreció una solución real. Nada de "a ver qué te podemos encontrar", nada de promesas vacías de que llamarían si salía algo, sino un apartamento chulo, disponible para todo el año y sin tener que empacar mis cosas cuando el calor aprieta. Y esto, amigos, es un logro mayor de lo que parece.

No fue sencillo, eso está claro. La búsqueda fue agotadora y hubo momentos en los que estuve a punto de tirar la toalla. Cada visita a un apartamento se convertía en una mezcla de ilusiones rotas y frustración creciente. Algunos lugares parecían salidos de otra década, con muebles que podrían haberse utilizado en el rodaje de una serie de los 80, y con contratos tan complicados que parecían diseñados para hacer que te rindas antes de firmar.

Pero mi tocayo Alberto, de la Inmobiliaria Asmcasas no sólo me encontró un apartamento decente, me devolvió la calma. Ahora, por fin, tengo un sitio al que puedo llamar hogar sin tener que preocuparme por lo que sucederá en verano. Y, sinceramente, después de haber pasado por todo este proceso, tener esa estabilidad se siente como una victoria personal. Un espacio bonito, luminoso, cerca de la playa y, lo más importante, con un contrato para todo el año. No más mudanzas de emergencia, no más batallas con los alquileres de temporada, solo tranquilidad.

Así que aquí estoy, instalándome poco a poco en este nuevo apartamento, sintiendo una mezcla de alivio y orgullo. Lo conseguí. Después de tantas vueltas y tropiezos, he encontrado el lugar perfecto para quedarme. No fue fácil, pero al final, todo esfuerzo tiene su recompensa. Y esta recompensa tiene forma de un apartamento en Benicasim, con las llaves en mi bolsillo y las vistas al mar desde el salón. ¿Qué más se puede pedir?